Escribe Ana Julia Fernández Pérez*
Con mis alumnos tengo una relación familiar con la que me siento privilegiada. Esos adolescentes me regalan parte de sus vidas, son transparentes, no necesitan celulares, saben lo que es el trabajo y lo valoran. Salvo dos que viven en la localidad, el resto viene del campo, o de pequeños pueblos cercanos
Me preguntan ¿por qué Aparicio?, si son casi 70 kilómetros de ruta 3 en estado deplorable (más los cinco de entoscado), si apenas cubro los gastos del auto, si tengo que multiplicarme para dar tres materias en dos horas semanales. La lógica pareciera dar la razón a aquellos que me señalan estas cuestiones.
Sin embargo la respuesta es simple: luego de una ajetreada semana, llegar a Aparicio los mediodías de los viernes, cansada, tal vez preocupada por mil temas, es hacerlo a lo más parecido al Paraíso.
En la escuela me reciben 11 alumnos adolescentes, dos de 1º de Secundaria, cinco de 2º y cuatro de 3º, siempre con la misma sonrisa, con un "¿cómo le va señora?", "le ayudo con el maletín", y el beso en la mejilla.
Si el tiempo lo permite, formamos afuera. Son pocas las voces que saludan a las banderas pero penetran la intensidad del silencio de la siesta de aquel pueblo que, fundado en 1891, coincidentemente con el paso del primer tren, comenzó su letargo con la ida de éste.
El edificio es compartido por la EEP Nº 2 Hipólito Yrigoyen, con 25 alumnos divididos en tres secciones y la EES 1, extensión de la de Oriente, con los 11 ya mencionados. Es una hermosa construcción con un gran patio y terreno arbolado. Reluciente, cuidada con esmero, bien calefaccionada y la única aula que utiliza la Secundaria cuenta con todo lo necesario, biblioteca, PC con Internet, mapas, todo para poder desarrollar las clases.
Trabajar con tres grupos diferentes en forma simultánea no es fácil, pero esos chicos lo hacen sencillo. Son realmente compañeros, "compinches", colaboran entre sí y es emocionante sentir sus miradas atentas. Tan atentas al punto de tener que avisarnos la preceptora que llegó el recreo porque el tiempo se nos pasa rápidamente.
Salimos todos juntos, ella y yo nos sentamos bajo un olivo, y los vemos jugar al voley, aunque confieso con satisfacción que muchas veces, si quedaron enganchados con algún tema, es ése el momento en que se continúa. También es cuando salen otros relacionados con sus vidas, sus experiencias, necesidades, inquietudes. Es una relación familiar con la que me siento privilegiada.
Esos adolescentes me regalan parte de sus vidas, son transparentes, no necesitan celulares, saben lo que es el trabajo y lo valoran. Salvo dos que viven en la localidad, el resto viene del campo, o de pequeños pueblos cercanos.
Viven, podríamos decir, de manera ecológica, respetando los ritmos de la naturaleza y sin estar contaminados. Sólo faltan, ya que casi no se enferman, cuando las condiciones meteorológicas lo impiden o en aquellos momentos donde tienen que ayudar a los padres en las tareas rurales, cosa que los enorgullece.
Tratan de aprovechar intensamente estos tiempos porque saben que en pocos años deberán dejar "su lugar en el mundo", algunos para estudiar, otros tras nuevas opciones ya que son conscientes que a aquel último tren que pasó por la estación se subieron las oportunidades de crecer. En 1930, Aparicio contaba con 800 habitantes, en el censo del 90 la población era de 167, y en 2001 de apenas 111, veremos los resultados del censo del 27 de octubre.
Regreso siempre con la sonrisa que esos alumnos supieron devolverme, ellos pronto tal vez se vayan buscando su destino pero seguramente ambos no olvidaremos los momentos compartidos en nuestra escuelita.
* Profesora de Geografía, EES Nº 1 Extensión Aparicio
ESTE ARTICULO FUE PUBLICADO EN EL PERIODICO LA VOZ DEL PUEBLO, DE TRES ARROYOS, Y EXTRAIDA DE SU EDICION DIGITAL DEL 30/08/2010
4 comentarios:
Muy, pero muy bueno,gracias Josema por subirlo, ya lo habia leido en el Facebook.
Que lindas vivencias Ana Julia!!!
Tan bien relatadas como siempre.
muy bueno y muchas verdades de una vida tan diferente a la de ciudad.
Gracias por compartirlo.
Ana Julia:
quiero decirte, que me conmovio mucho,tu artículo, y tu dedicacion a la enseñanza.
Ya en una oportunidad te comente que me hubiese gustado, que este blog, que nos dimos todos, ademas de ser un sitio para contar nuetras cosas,pudiese servir como plataforma para ayudar de alguna forma a una escuelita, como la de Aparicio.
Lo que vos haces, demuestra que aparte de vocacion, tenes un gran amor por el projimo, porque no dejarias abandonados a esos chicos por nada en el mundo, aunque despotriques por las carreteras que tenes que recorrer, y por lo ajustada de tiempo, y por todos los inconvenientes que te surgen.
Me alegra, que por lo menos, La escuelita esta bien mantenida, y equipada con nueva tecnologia, lo que significa que por parte de las autoridades, no hay descuido, Par tu consuelo te digo que aqui en el "Primer mundo" esa escuelita ya estaria cerrada, porque no hay suficientes alumnos, ni maestros que quisieran ir a trabajar alli, asi de exquisitos estan, y las nuevas tecnologias ni hablar, "hay crisis". Por eso me enorgullece tener una amiga como vos, y me enorgullece que haya profesionales de la educación en Argentina que no tengan miramientos para ir a lugares recónditos de La República, para no dejar huérfanos de estudio a los chiquitos, aunque sean poquitos.
El País lo hacemos todos, cada uno poniendo su granito de arena, y muchas veces, a pesar de los gobiernos, sean del color que sean.
Eso es una de las cosas que extraño profundamente.
Aqui las sociedades son un poco mas egoístas,
Gracias amigos por los comentarios, en realidad me da un poco de pudor pero fue mi hija la que lo subiò al facebook, y vos Josema, tan atento siempre, lo subiste acà,... en realidad sigo diciendo que me siento privilegiada por trabajar en esa escuela,yo que habìa decidido dejar la docencia porque no la pasè bien el 2002 cuando estuve de directora en una escuela de acà de tres arroyos, donde no me perdonaron ser porteña y privilegiar mi condiciòn de madre, por decidir tener una direcciòn de puertas abiertas y por empezar por exigirme a mi misma para luego poder exigirles a los demàs para logra un mejor colegio, que nos darìa una mejor educaciòn porque sè que muchos de los males de este mundo se solucionarìan con una mejor educaciòn basada en el respeto. Sin embargo surgiò esto y... una de las mejores cosas que recogì con la nota fueron los comentarios de mis hijos que entendieron el porque de mi empecinamiento por dar clase tan lejos... Ojo que aquì tambien se cerraron muchas escuelas, que las hay en condiciones penosas, incluso muy cerca de aca... pero creo que si cada uno de nosotros ponemos nuestro grano de arena... lograremos construir un mundo mejor... un abrazo y gracias nuevamente
Coincido con las palabras de los dos. Ojala yo tuviera esa facilidad para poner en palabras no solo lo que siento, sino tambien las realidades de la vida.
Pedido para ambos teniendo tanta capacidad como tienen... tenemos que pensar la manera de darle nueva vida a este blog, yo aporto cositas pero nada tan importante como lo de ustedes.
Me niego a dejarlo morir... pongan a trabajar esas cabezas... Hay que mandarle mails a todos y que vuelvan por el blog, ayudenme, yo tengo varias ideas que estoy redondeando, espero den resultado... piensen y nos comunicamos. No tengo mucho tiempo como tampoco ustedes pero con voluntad se puede...
Es dificil la tarea sobre todo compitiendo con el Face, el Twiter , el Sonico y tantos otros, pero este es nuestro y hay que levantarlo OK...
BESOS Y MANOS A LA OBRA...
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